viernes, 20 de agosto de 2010

INFORME AL 150 PLENO DEL COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO POPULAR SOCIALISTA


Compañeras y compañeros del Comité Central:

Este pleno se reúne en las condiciones más graves de crisis que ha vivido el mundo desde la II Guerra Mundial. La severa crisis económica y financiera estallada desde 2008 en los Estados Unidos de Norteamérica no ha terminado y amenaza agudizarse en los próximos años con repercusiones en todo el planeta en diverso grado. Los únicos países que continúan creciendo a pesar de la crisis son la India y sobre todo China.

A la crisis económica mundial, y derivada de ésta se suma la severa crisis social, que estalla también con diferentes niveles y modalidades en todos los pueblos del orbe.

En México, los nuevos problemas se suman a los que se iniciaron hace ya 25 años, precisamente al comienzo de la aplicación de las políticas neoliberales contenidas tanto en las llamadas cartas de intención como en el Consenso de Washington, impuestos por el gobierno norteamericano y los organismos financieros internacionales a nuestro país y al resto de todos los demás del planeta, como condición para ayudarnos a superar la crisis de la deuda externa.

Uno de los fenómenos que facilitaron la imposición de la estrategia neoliberal fue la caída de la Unión Soviética y de los demás países que ya iniciaban la construcción del socialismo en el centro-este de Europa.

En estas condiciones, haremos de manera breve el examen de la situación mundial y nacional siguiendo el esquema acostumbrado, aun cuando debemos concentrar y ampliar nuestra atención en los problemas de nuestro país.

SITUACIÓN MUNDIAL

A pesar de que los indicadores económicos mundiales son pesimistas, dicho esto por empresarios y analistas, el FMI en su Informe Actualización de Perspectivas de la economía mundial, del 8 de julio de 2010, afirma: “Se proyecta que el crecimiento mundial será de alrededor del 4½% en 2010 y del 4¼% en 2011”. Pero inmediatamente apunta que “al mismo tiempo, los riesgos a la baja han aumentado drásticamente en medio del resurgimiento de las turbulencias financieras”.

Ese organismo mundial cifra sus esperanzas de que no se derrumbe el mundo capitalista en que sean implementadas políticas “orientadas a restablecer la confianza y la estabilidad, particularmente en la zona del euro”, recordando, sin decirlo, la tragedia de las naciones como Grecia en donde las capas de los trabajadores son las más afectadas por las medidas de política económica de los grupos poderosos del mundo.

Los teóricos de ese organismo consideran que Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, España, Japón, Reino Unido y Canadá son las “economías avanzadas”, aún cuando crecieron, por ejemplo Estados Unidos en 2008 0.4 por ciento y en 2009 menos 2.4 por ciento, y Japón en 2008 menos 1.2 y en 2009 menos 5.2

Es curioso que el mismo organismo coloque a China e India como países en desarrollo de Asia y que la primera haya crecido en 2008 hasta en 9.6 y en 2009 al 9.1, e India haya crecido en 6.4 y 5.7 respectivamente; en tanto que la economía mexicana, colocada en el grupo de Economías de mercados emergentes y en desarrollo, contra lo que afirma desesperado el Presidente Felipe Calderón, creció sólo 1.5 en 2008 y se desplomó dramáticamente en 2009 a menos 6.5%.

Ese organismo mundial, plantea que, para que se logren las expectativas económicas anunciadas de magro crecimiento de 4.5 en 2010 y 4.25 en 2011, esos países de economías emergentes “deberían ayudar a reequilibrar la demanda mundial, entre otras formas, mediante la aplicación de reformas estructurales y, en algunos casos, una mayor flexibilidad del tipo de cambio” Como se advierte, en Los Pinos se hace eco de esos mensajes que no corresponde a ninguna estrategia nacional, sino que obedece ciegamente a las indicaciones de la política económica del imperialismo a través de sus organismos especializados.

Pero a pesar de la obsesiva tarea del FMI de tratar de convencer al mundo de un supuesto crecimiento, reconoce que hay problemas severos, y sin embargo insiste en que “La recuperación mundial continuará, a pesar de la nueva turbulencia financiera” y que “El repunte de la actividad económica mundial se ve golpeado por shocks financieros”

Adviértase que hablan de turbulencia financiera cuando en realidad países completos han sucumbido bajo la presión de los grupos financieros y sus pueblos sufren las consecuencias brutales del desempleo, el despido, el odio a los emigrados, del hambre y la delincuencia. En 2009, en mayor o menor grado, cayeron las economías de Dinamarca, Estonia y Letonia, Canadá, Francia, Bélgica, México, España, Holanda, Taiwán, Hungría, Finlandia y Suiza, así como Grecia, Turquía y Chipre Y si 2009 fue difícil, los años próximos van a ser peores.

Cuando el FMI dice en sus documentos oficiales que “Es necesario adoptar cuanto antes planes de consolidación fiscal a mediano plazo que favorezcan el crecimiento”, insiste en asegurarse que los países dominados y sus gobiernos comprometidos cumplan con el compromiso de, “implementar estrategias ambiciosas y creíbles…” “Estos planes podrían incluir la adopción de leyes que… hagan hincapié en la aplicación de medidas de política para reformar las prestaciones de los sistemas de pensiones y de salud pública”
La reciente jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en México, respecto de la reducción de los salarios mínimos diarios a las pensiones, que ya ha desatado una ola inmensa de inconformidad, se apunta en ese renglón de las grandes estrategias de los organismos internacionales que sin miramientos agraden a los trabajadores y a sus familias.

En diversas partes del mundo los problemas económicos ya han causado impacto como en España, en Grecia, en Finlandia y Dinamarca, así como hay severos problemas en Tailandia, Bélgica, Kenia, prosiguen en Honduras. Italia se hunde en la corrupción y Francia le sigue puntualmente con las acusaciones de corrupción entre el Presidente Sarkozy y Eric Woerth, Ministro del Trabajo y ex tesorero del partido del Presidente. Woerth recibió donaciones de muchos millones de euros para financiar la campaña electoral de Sarkozy, y millones de ciudadanos en Inglaterra se irritaron por el gran escándalo provocado por los abusos de algunos parlamentarios, lo que condujo a la derrota de los laboristas en las elecciones del 6 de mayo pasado. Italia por su parte se hunde en los escándalos y las frivolidades de la veleidosa clase gobernante encabezada por el profundamente reaccionario y corrupto Silvio Berlusconi.

Es conveniente considerar la relación de elementos que condicionan una siguiente gran crisis, después de la habida en 2008-2009, de conformidad con un artículo periodístico publicado por la revista Newsweek recientemente en Norteamérica. Los hechos se refieren a los Estados Unidos, pero valen para todo el primer mundo, con la misma consecuencia. Para una mejor comprensión se ha ajustado la redacción en su traducción al español:

• Activos como los bienes raíces valen menos que los préstamos que los sustentan.
• La construcción de casas, dinamizador del resto de la economía, no da señales de levantarse.
• No hay creación de empleos.
• Sin creación de empleos el gasto por consumo permanece estancado y declina.
• El crecimiento de la población excede la cantidad de nuevos empleos, formando una clase permanente de desempleados.
• La vagancia se agrava por decenas de miles de estudiantes que entran en el mercado laboral sin esperanza de encontrar empleo, además de que se endeudan.
• Las deudas privada y pública están más elevadas que nunca, y no solamente en Estados Unidos sino en todo el mundo desarrollado. El interés de la deuda estadounidense pronto será el rubro más importante en el presupuesto, mayor al asignado al Medicare y aún más que a la defensa.
• Hay más quiebras empresariales y públicas que nunca.
• Muchos estados y municipios están quebrados.
• Tenemos un gobierno corrupto al servicio de Wall Street, de los intereses petroleros y del complejo militar industrial.
• El gobierno está paralizado con los dos partidos políticos sin interés en el bien público, sino solamente en colocarse ellos en las próximas elecciones.
• Estamos peleando en guerras insustentables e imbatibles, las cuales drenan recursos que no tenemos y nos obligan a seguir tomando prestado.
• Tenemos una población en creciente envejecimiento que demanda más servicios de lo que el resto de la población trabajadora puede proveer, y muchos de ellos han perdido sus pensiones en la especulación bursátil y la caída de bienes raíces.
• La economía está dominada por derivados de derivados que son activos ficticios y sin valor.
• Tenemos creación descontrolada de dinero que amenaza con hiperinflación de proporciones sin precedentes.
• Tenemos el déficit más grande en la historia, sin esperanza de reversión, toda vez que las naciones a las cuales solíamos exportar atraparon nuestra tecnología para encontrar menores precios en mercados desarrollados.
• Continúan aumentando los derrames de petróleo, minando el ambiente ya de por sí dañado y nuestro gobierno pierde soberanía frente a los monopolios petroleros.
• Ya no hay un sector privado floreciente, dado que el gobierno tiene las empresas aseguradoras, hipotecarias y automotrices más grandes; y subsidia a los bancos.
• Por su parte, los bancos tienen los intereses de préstamo más bajos que nunca, pero no están prestando a los negocios pequeños, que son los responsables del 60% de la creación de empleos.
• Siguen aumentando los embargos, y se han extendido de los estados con más casos como Nevada, Florida y Arizona hacia regiones con alto empleo en el país. Los embargos tienen un efecto multiplicador negativo en la economía porque devalúan las propiedades (que fueron los ahorros para el retiro de la mayor parte de los casatenientes); arroja a la gente al despojo y al desplome psicológico (arrollando la infraestructura de salud), y fuerza cierres de negocios, pero recompensa a especuladores, permitiéndoles comprar propiedades muy por debajo de su valor.

La economía política del capitalismo nos ha enseñado que una de las formas en que los líderes de la burguesía intentan resolver esos problemas, es mediante la guerra imperialista. Eso confirma nuestra preocupación acerca del futuro de la humanidad, amenazada por el flagelo de la destrucción nuclear.

A la creciente grave situación económica en crisis insalvable, se suman los problemas de la contaminación del ambiente, el calentamiento global y sus consecuencias como los incendios en Rusia, las lluvias torrenciales sin precedente en Europa, Asia y América Latina que han provocado pérdidas materiales considerables, pero sobre todo han cegado vidas humanas como en China donde ya sobrepasan más de mil personas. A contrapunto y más grave aún se agudiza la falta de agua y el agotamiento de las reservas de agua dulce.

En este contexto crece la amenaza de guerra, incluso nuclear, denunciada ante el parlamento de su país por el Comandante Fidel Castro. Él focaliza el punto neurálgico inmediato en Irán y tiene razón, solo que a nuestro juicio el problema mayor a mediano y largo plazo es entre los propios Estados Unidos y la República Popular China (RPCH), como lo hemos advertido en ocasiones anteriores. Las razones son muchas y crecen día a día.

Los Estados Unidos (EUA) es el país con la mayor deuda interna y externa del mundo, siendo su principal acreedor la RPCH. Ésta observa el crecimiento económico constante más alto del orbe, es el principal exportador con la balanza comercial y de pagos mejor superavitaria mundial, en tanto que EUA mantiene un desequilibrio comercial y de balanza de pagos deficitarios. En menos de 20 años la RPCH igualará y superará el tamaño de la economía norteamericana y le ganará la supremacía económica y política; con el ingrediente de que la RPCH contará con una población cercana a los 1 500 millones de habitantes. EUA sólo mantendrá la vanguardia estratégico-militar, pero no por mucho tiempo. Todo ello es ya motivo de fricciones permanentes entre las dos superpotencias, que seguirán creciendo en cantidad y en calidad. La gravedad del conflicto es de pronóstico reservado, por decir lo menos.

A la postre, la única solución definitiva deseable sería el arribo al socialismo, con la conducción de los partidos de la clase trabajadora, en los países que hoy son reconocidos como las principales potencias. Ello favorecería el establecimiento del socialismo en todo el mundo. Es la única solución histórica humanista.

AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Antes que todo, el Partido Popular Socialista lamenta y expresa su pesar por la desaparición física del Compañero Luis Corvalán, ex Secretario General del Partido Comunista de Chile y esclarecido dirigente del proletariado de su patria, acaecido en Santiago el 21 de julio de 2010.

Asimismo, nos sumamos a la pena de los independentistas y revolucionarios puertorriqueños ante el fallecimiento de la Compañera Lolita Lebrón, heroína de mil batallas por la libertad de su patria.

El subcontinente latinoamericano es la zona que más desigualdades muestra en todo el orbe, además que la naturaleza cobra facturas por la sobreexplotación de recursos forestales, vegetales y acuíferos, principalmente por las compañías trasnacionales. El petróleo se acaba. La tierra produce cada vez menos. Los abonos son cada vez más caros. El proteccionismo de los Estados Unidos y la trampa en la que cayeron muchos gobiernos al cancelar los apoyos y subsidios a su agricultura para favorecer a los productores norteamericanos, llevaron a una profunda crisis a la agricultura y la ganadería. El agua escasea y cada vez son mayores las amenazas de las potencias imperialistas para apoderarse de las cuencas más importantes de América Latina.

Según la CEPAL, vivimos en el área más de 555 millones de habitantes. De ellos, casi 25 millones en el desempleo total; 230 millones viven en la pobreza y de éstos, más de 105 millones viven en la indigencia.

Más de 40 millones se han engrosado esas filas, provenientes de las clases trabajadoras y de la clase media en los últimos 20 años, que coincide con la época en la que se han aplicado las políticas neoliberales.

En América Latina las políticas neoliberales se han empeñado en destruir a la pequeña burguesía o clase media, segmento que se ha reducido llegando al 20% de la población total. Su rápido empobrecimiento se debe a la protección que los gobiernos locales aplicaron a favor de las compañías extranjeras en 20 años obedeciendo las órdenes de los centros de poder, y eliminando por millones, negocios de pequeños y medianos empresarios, comerciantes y artesanos, lo que se ha convertido en un agudo problema económico y un auténtico detonante social. Es indignante el drama de los indígenas de América Latina, que constituyen más del 10 por ciento de la población, y cuya inmensa mayoría vive condiciones de pobreza extrema.

Incluso organismos como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha considerado y difundido en el Informe Regional presentado en Panamá recientemente, que “la desigualdad es una amenaza al desarrollo de Latinoamérica, pese al crecimiento económico de los últimos años”, y continúa "En América Latina somos los campeones de la desigualdad si comparamos nuestra región con otras zonas del mundo. Es una herencia de siglos que es necesario atacar y reducir…", para lo que se necesitan “políticas de Estado” Pero más aún, se advierte que ya no comparten las líneas de política hegemónica del imperialismo y del Consenso de Washington, cuando afirman "Ha habido modelos económicos en la región que asumen … que la mano invisible del mercado lo va a resolver todo. Los datos que nosotros presentamos demuestran que eso no es así".

Una muestra de los efectos de la miseria milenaria, exacerbada por el neoliberalismo contra los pobres de este subcontinente que piensan que emigrando a Estados Unidos les asegura un trabajo, es la inhumana, brutal y racista Ley SB1070 de Arizona que criminaliza la inmigración. Apenas antier se anunció que un senador republicano del estado de Florida preparó una ley todavía más racista y xenofóbica que la de Arizona y se amenaza con una cadena de leyes estatales de este carácter en la mayoría del territorio norteamericano.

Aun cuando la justicia federal norteamericana ha suspendido temporalmente los cuatro artículos más agresivos de esa ley que violentan los derechos elementales de los seres humanos, lo cierto es que ese engendro legislativo racista y xenofóbico cuenta con el apoyo del 60% de los norteamericanos, según distintas encuestas y la lectura que se hace, es que en el mundo entero, sea Europa, Canadá, Estados Unidos, Australia, Japón ante la movilización por hambre de millones de hombres y mujeres, es evidente una radicalización de quienes consideran que quienes arriban legal o ilegalmente a sus países les quitan las oportunidades de empleo, porque es lógico que quienes son ilegales están dispuestos a trabajar sólo por la comida, con tal de sobrevivir.

El drama humano de la inmigración es de dimensiones colosales porque significa la muerte, la esclavitud, las enfermedades, la destrucción de familias, la separación de familiares, la super-explotación, la discriminación, la criminalización, la ruptura de identidades, la pérdida de su historia, etcétera. Es la moderna esclavitud de nuestro tiempo en pleno capitalismo desarrollado.

En Haití, el país más pobre de América, un tercio de sus nueve millones de habitantes han sido gravemente afectados por el sismo que recientemente sacudió al país. El 10% de los edificios de Puerto Príncipe están destruidos, y según las Naciones Unidas más de trescientas mil personas perdieron sus viviendas. La cantidad de víctimas mortales es inaudita, y mientras Cuba envió médicos, enfermeros y medicinas para apoyar al pueblo sin alardes propagandísticos, el gobierno norteamericano desembarcó marines para cuidar los intereses de los Estados Unidos.

En el aspecto político debemos recordar que en Noviembre de 2009 hubo elecciones en Honduras que tuvieron el efecto de legitimar el golpe de estado de la oligarquía local contra las medidas de beneficio popular que ensayó el Presidente Zelaya. El nuevo presidente, ante la oposición, tiene un mínimo margen de acción.

A pesar de las presiones del imperialismo y sus aliados de la oligarquía y la derecha interior en cada país, los pueblos del sur de América Latina han vivido recientemente procesos democráticos, con lograron la legítima asunción al poder de Lula da Silva en Brasil y de Hugo Chávez en Venezuela, de Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, Tabaré Vázquez en Uruguay y Michelle Bachelet en Chile.

En Uruguay, en noviembre de 2009, en la segunda vuelta electoral triunfó la coalición del Frente Amplio Uruguayo. El presidente electo, José Mújica, fue un destacado dirigente del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros; uno de los nueve guerrilleros de esa organización que fueron encarcelados y torturados durante 13 años por la dictadura que gobernó Uruguay entre 1973 y 1985.

La mejor lección que nos dieron los compañeros uruguayos en ese proceso, es que nunca cayeron ingenuamente en la trampa de la derecha y han sido capaces, en un proceso de varios años, de formar un frente popular, con todos los grupos que comparten, con diversos matices, los puntos programáticos del pueblo y de las fuerzas democráticas, progresistas y avanzadas del Uruguay.

Aun cuando las principales fuerzas que integran el Frente Amplio Uruguayo son el Movimiento de Participación Popular (MPP) y el Partido Comunista (PCU), de gran ascendencia entre el pueblo y el electorado uruguayo, participaron otras fuerzas y organizaciones como el Partido Socialista de Uruguay, el Partido de los Comunes, Alianza Nacional, Corriente 78, Asamblea Uruguay, la corriente artiguista y la estrategia del Frente les permitió incluso sumar a los democristianos.

Sin embargo en Chile, donde la Concertación de centro-izquierda que gobernó desde la salida de los pinochetistas del poder en 1990, triunfó la derecha en la segunda vuelta porque, al parecer, la centro izquierda no ha dejado buenas experiencias en el pueblo de Salvador Allende. Se pudo advertir que en la primera vuelta ya no hubo posibilidad de que se formara un frente popular. El partido Comunista, el Socialista en el que militó Allende, ahora muy dividido, el Radical Social Demócrata y otros que formaron la alianza de centro izquierda se escindieron y en una amalgama que fue desde la democracia cristiana hasta el Partido Comunista, pasando por el socialista de Bachelet, la izquierda cristiana y otros grupos que improvisaron una desesperada alianza y que lanzaron como candidato a un desprestigiado demócrata cristiano, fueron derrotados por la derecha.

Es pertinente estudiar el comportamiento del electorado en Chile y su desazón ante gobiernos que paulatinamente cayeron en la indefinición ideológica y que, al parecer, tratan de imitar al Partido Socialista Obrero Español que borró de sus programas y plataformas las demandas del pueblo y ahora sirve de excelente animador y gestor de las políticas neoliberales; tanto, que lo están haciendo mejor que la derecha. Algo similar ocurre en México con el PRD.

En Colombia, desde luego, ha ganado el candidato del régimen oligárquico; pero el belicoso ex presidente amigo cercano de Bush, se ha sentido frustrado cuando su sucesor ha tendido puentes que con todo propósito habían sido dinamitados para servir de punta de lanza de la política yanqui contra Venezuela.

La reciente reanudación de relaciones diplomáticas y comerciales entre Venezuela y Colombia, así como la adopción de una hoja de ruta y la integración de comisiones bilaterales para buscar soluciones a sus diferendos en los principales rubros de conflicto, es un rudo golpe a las políticas de confrontación que fraguó el ex presidente Uribe de triste memoria, dolido por los supuestos insultos del presidente Hugo Chávez, que lo definió certeramente como “lacayo del imperio”. La verdad no peca pero incomoda, dice el viejo refrán.

Habrá que observar y estudiar con sumo cuidado el desarrollo de las próximas elecciones en Brasil, Costa Rica y Venezuela y seguir paso a paso las experiencias novedosas que vive la Revolución Cubana, ahora con la admirable recuperación de la salud del Comandante Fidel Castro.


SITUACIÓN NACIONAL

En varias ocasiones anteriores hemos examinado casi de manera exhaustiva la situación económica del país. Sus causas y consecuencias han sido motivo de amplias discusiones y debates. Desde luego no pretendemos que sea un tema agotado ni mucho menos agotable porque la realidad es dinámica, variopinta y cada vez se presentan fenómenos nuevos y más complejos en este aspecto. Sin embargo, en esta oportunidad enfocaremos el examen en la situación política y en algunos aspectos sociales.

Lo toral de nuestra atención debe centrarse en apuntar por lo menos las bases para la lucha política que tendrá su momento culminante en las elecciones federales del 2012. La derecha debe ser derrotada y expulsada del Palacio Nacional. No hay otra tarea más importante. Es por el bien de México, de la nación y del pueblo.

Tenemos que precisar la estrategia para conformar una alianza imbatible de todas las fuerzas democráticas y patrióticas de la nación para retomar el camino de la Revolución Mexicana en las nuevas condiciones históricas de nuestro tiempo. Tener un programa renovado, vigoroso, estelar que concite y agite las conciencias de los mexicanos y particularmente de las nuevas generaciones que son las que decidirán con su voto y su combate el nuevo rumbo de México.
Tenemos que dar la batalla ideológica pertinente para superar la confusión y el diversionismo; precisar el contenido y el verdadero significado del cambio político y social. Restaurar la verdad y recordar que la derecha nunca ha sido la abanderada del cambio progresista. Por el contrario, siempre ha pugnado por conservar su riqueza y sus privilegios sin conciencia de patria. Ayer su amo y paradigma fue la España imperial, después la Francia monárquica de Napoleón El Pequeño, hoy es el imperio yanqui. Por eso el actual gobierno confunde los centenarios históricos de las revoluciones populares mexicanas con los frívolos festejos de carnaval, que ha preparado con mojigangas, ruidos destemplados, saraos, fuegos artificiales y luces electrónicas con un costo injustificable de casi 3 000 millones de pesos; 2 971 millones es la cantidad exacta.

Muy lejos está el Partido Popular Socialista de exaltar las figuras negativas de la historia, pero el propio dictador Porfirio Díaz Mori se avergonzaría de cómo el actual gobierno de la derecha conmemora los centenarios. De ninguna manera, ni con el pensamiento pretendemos exaltar la figura del nefasto dictador derrocado por el pueblo y juzgado por la historia. Pero no es ocioso recordar que el anciano gobernante con diez años de anticipación preparó los festejos del Centenario de 1910.

Ordenó y constató el cumplimiento de la inauguración de un mil obras materiales en todo el país, entre ellas como todos sabemos la Columna de la Independencia, el edificio de Correos, el Teatro Nacional –hoy el Palacio de Bellas Artes-, el Palacio Legislativo -hoy Monumento a la Revolución-, sólo en la Ciudad de México. Se acuñó la primera edición de las monedas de oro hasta hoy vigentes, designadas y conocidas como los “centenarios”. Se organizaron concursos científicos, artísticos, musicales y literarios, así como muchos otros actos de gran relevancia en toda la República. Es cierto que fueron festejos suntuarios, y obras faraónicas presuntuosas de mal gusto de una clase gobernante en decadencia, “fruto de un espíritu burgués sin vuelo ni audacia”, dijo el Maestro Lombardo, y aun así, frente a los festejos de hace un siglo, da pena la forma en que hoy se festejan los centenarios.

Es explicable que el porfiriato trató de legitimarse con esa celebración, pero hay que recordar que Díaz y su generación se formaron en la escuela política de la Reforma liberal; que fueron los liberales quienes escribieron la historia de México plasmada en obras como México a través de los Siglos dirigida por Vicente Riva Palacio y en la que colaboraron Juan de Dios Arias, José María Vigil, Alfredo Chavero y Julio Zárate. Y así sea “de bronce”, como dicen los críticos modernos y cuestionable además, desde muchos aspectos por el materialismo histórico, la vena ideológica que los sostenía teóricamente era el viejo liberalismo y aun el positivismo. Fueron quienes reivindicaron a Hidalgo y Morelos, a los Rayón, a los Bravo, a Guerrero y a Mina, a Matamoros y al pueblo que luchó en y por la independencia nacional. Fueron quienes opusieron “su verdad” a la supuesta e interesada “verdad” de los conservadores como Lucas Alamán. Tenían pues, los liberales, aun siendo porfiristas, clara conciencia de por qué se celebraba el Primer Centenario de la Independencia de México.

Pero quienes ocupan hoy el poder ejecutivo federal, conservadores y reaccionarios que se formaron en las más rancias ideas que admiran y exaltan la Colonia, y que quisieran que muchos de sus ideales se reimplantaran, como los llamados “valores morales y religiosos” propios del los Siglos XVIII y XIX, no tienen idea de la celebración del Segundo Centenario de la Independencia Nacional.

Más aún. Los ocupantes que con dudosa legitimidad ocupan hoy el poder ejecutivo de la nación, son los herederos, por parentesco o por ideología, de los enemigos de la Revolución Mexicana, de quienes se opusieron al reparto agrario y a la tesis de la que la nación es la propietaria original del suelo y del subsuelo nacional; de aquellos que se opusieron al libro de texto gratuito y al fortalecimiento del Estado surgido de la Revolución en la economía, de aquellos que se opusieron a las nacionalizaciones. Sólo hay que recordar las motivaciones de la fundación del Partido Acción Nacional, que fue para detener el avance del proceso revolucionario impulsado por la clase obrera conducida por el Maestro Vicente Lombardo Toledano y comprendida e impulsada patrióticamente por el General Lázaro Cárdenas.

¿Cómo podrían esos políticos que son enemigos de la clase trabajadora, de lo cual han dado pruebas contundentes contra mineros, electricistas del SME y trabajadores de Mexicana de Aviación, que criminalizan, persiguen y encarcelan a las mujeres que abortan incluso por causas naturales, que utilizan el erario público para motivos religiosos, que han sido capaces de desatar una supuesta “guerra al narcotráfico” cuya estrategia es la improvisación y que han ido entregando sin límites, jirones de la soberanía nacional; cómo podrían, se insiste, esos políticos celebrar dignamente y con convicción patriótica el Primer Centenario de la Revolución Mexicana?

Simplemente es imposible. Por eso recurren al vodevil y a la mascarada que además les reditúan grandes dividendos económicos, porque para ellos todo es lucro y negocio; “su único Dios es el dinero”, les recordaría nuevamente Don Miguel Hidalgo.

¿Y el balance serio y crítico de nuestras revoluciones, sus problemas, sus metas actuales, su perspectiva? ¿Qué es lo que realmente conmemoramos? ¿Tiene el pueblo algo qué celebrar? ¿Cuáles fueron las causas de la Revolución, qué contradicciones insalvables la produjeron, qué y cuáles fuerzas se enfrentaron; cuáles fueron sus logros ayer y hoy; qué instituciones creó y cuántas perduran, cuál es su aporte y cuáles faltan; cuáles son sus demandas, ideas y anhelos que no se han cumplido?.

En este punto el maestro Lombardo afirmó: “Nuestra experiencia es rica. La Revolución Mexicana no se ha examinado profundamente todavía. Contiene ideas e instituciones que no han sido aprovechadas ni aplicadas con decisión y que forman parte de la estructura política y jurídica de nuestro país”.

Es por eso que el Comité Central valorará la proposición de realizar en fechas próximas un acto político nacional que analice, desde el punto de vista del lombardismo, el pasado, el presente y el futuro de la Revolución Mexicana, que sirva para orientar la opinión de los trabajadores y para impulsar lo que el Maestro Lombardo llamó en La perspectiva de México, una democracia del pueblo, “la cuarta etapa de la Revolución ininterrumpida de nuestra historia” que en las condiciones de ascenso del socialismo y en medio del avance del fortalecimiento del sector estatal de la economía mexicana, se planeaba como un “desarrollo de formas pacíficas, de organización empeñosa y diaria de la clase obrera, de los campesinos, de la clase media y de los industriales patriotas”.

Sin embargo hoy la realidad es totalmente distinta y adversa a la clase trabajadora.

Ante este panorama sombrío, derivado del gobierno derechista surgido del partido organizado por los sectores oligárquicos en 1939, precisamente para oponerse a la marcha de la Revolución Mexicana en el momento de su mayor impulso y que hoy, paradójicamente coincide su ejercicio en la administración federal en el año de la conmemoración del Centenario, podemos afirmar que a pesar de todo el movimiento popular profundo iniciado en 1910 sigue vigente y que, como lo dijo el maestro Lombardo en muchas ocasiones: “Ninguna revolución popular fracasa. A veces se detiene, retrocede a veces, pero vuelve a ponerse en marcha”. Y reiteraba: “Por eso la Revolución, que fue declarada como un movimiento del pasado todavía hace unos años, recobra su viejo valor de bandera y de fuerza de choque para liberar a México de las trabas que sus enemigos ancestrales han levantado en su camino”.

Por ello es todavía más preocupante que los partidos y algunos grupos que se autocalifican de izquierda busquen y realicen alianzas con la derecha, movidos sólo por la ambición del poder como un fin en sí mismo, sin la consideración de que el poder es únicamente un medio para hacer prevalecer las ideas y las demandas de las clases sociales y de los sectores populares y progresistas que se dicen representar “las izquierdas”.

Lo cierto es que el cambio que pregonan hoy unidos los partidos de “izquierda” y de la derecha es más de lo mismo desde hace ya 25 años cuando se desvío el camino de la Revolución Mexicana, aplicando a contrapunto de la misma la estrategia neoliberal adoptada por los sectores de la derecha del PRI en aquel momento y hoy, desde el año 2000 de manera acelerada el PAN, con el agregado de contar con sus comparsas de la autodenominada “izquierda”.

En este punto es conveniente apuntar que organizaciones políticas de tendencia socialdemócrata, centristas y otras con grandes indefiniciones ideológicas pero con cierto grado de organización, aprovechando la confusión, la inactividad, la destrucción o la desaparición que han experimentado algunos partidos marxistas, han aprovechado la oportunidad y, al cobijo de una gran campaña mediática, explicable cuando beneficia a la derecha, se han autodenominado “partidos de izquierda”.

Una “izquierda” que no plantea como objetivo la toma del poder por la clase obrera, que desdeña la filosofía del proletariado, cuyos dirigentes aspiran sólo a ocupar puestos públicos, y más aún, que esos dirigentes son capaces de ponerse al servicio de la oligarquía, nada tiene que ver con el pueblo y con sus aspiraciones de redención definitiva.

Por otro lado, esas tendencias de derecha e “izquierda” han venido manejando la idea de la llamada “alternancia” que se antoja lotería política, expresión ajena a la auténtica lucha política. Aceptar la torpe idea de la alternancia, que significa “distribuir por turnos”, es tratar de omitir la lucha de clases. No se gobierna por turnos; no por un color primero y otro después. Si la “base teórica” de esas “tesis” es el cambio de partido gobernante en Estados Unidos, se equivocan, porque en ese país no hay diferencia esencial entre los dos partidos que monopolizan el Senado y la Cámara de Representantes. No existe la alternancia sino el continuismo, con un partido o con otro.

En México, cuando llegó Fox a la Presidencia, no hubo “alternancia” con respecto al anterior Presidente, porque éste era igualmente neoliberal y su conducta se caracterizó igual que Fox y ahora Calderón, por estar al servicio de los poderes imperialistas y oligárquicos.

Los partidos de la autodenominada “izquierda” no quieren advertir que en las medidas que aplica el gobierno del partido que apoyan, el PAN, existe odio clasista contra los trabajadores y sus sindicatos, propio de la naturaleza del actual gobierno de la derecha, como se evidencia en sus agresiones contra los trabajadores electricistas del SME, de los mineros del Sindicato de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos de la República Mexicana (STMyMRM), de los empleados de Mexicana de Aviación afiliados a la ASPA y demás sindicatos de trabajadores al servicio de las empresas de aviación, de los trabajadores de la SSA y de otros.

Se trata de una ofensiva declarada, permanente y generalizada contra los trabajadores, sus sindicatos y sus prestaciones conquistadas a través de años de lucha y sacrificios con fundamento en la ley. El punto de ataque se agudiza contra el sistema de pensiones y jubilaciones, así como lo que llaman “altísimos salarios” de los trabajadores, sin considerar las desmesuradas ganancias de los dueños de las empresas. Tenemos empresas pobres y empresarios ricos.

Como afirma la teoría clásica, del lado del patrón está la fuerza del capital y la respalda el poder del Estado, pero del lado del trabajador lo único que le da fuerza es su unidad inquebrantable. Si los trabajadores de todos los sindicatos no se unen y se movilizan, el gobierno derechista que padecemos continuará con su ofensiva apoyando sin reservas a la clase patronal.

En este sentido no hay soluciones a medias. No hay medias tintas. La única salida posible para que no se siga agrediendo a los trabajadores es expulsar a la derecha del gobierno. Este sí sería un cambio progresista verdadero.

En este punto se propone que el Comité Central mandate y faculte a la Dirección Nacional para que realice por lo menos dos tareas urgentes: un documento y un seminario sobre el Centenario de la Revolución Mexicana, que profundice, desarrolle y exprese la opinión de nuestro Partido sobre el estado que guarda y sus perspectivas el movimiento popular más profundo de nuestra historia. El documento deberá publicarse a más tardar el 31 de octubre de 2010 y difundirse lo más ampliamente posible por todos los medios a nuestro alcance antes del 20 de noviembre de este año. El seminario, que tendrá como ponencia básica para la discusión el mencionado documento, deberá realizarse a más tardar la segunda semana de diciembre de 2010.

Con la advertencia tal vez innecesaria de que lo económico, lo político y lo social forman un todo indivisible, que estos fenómenos son causa y efecto al mismo tiempo, en una articulación dinámica, dialéctica y compleja, es adecuado mencionar algunos datos que evidencian todavía más el fracaso del neoliberalismo y de los gobiernos que se obstinan en aplicarlo “a pie juntillas” como el que hoy padecemos en México.

El INEGI anunció el día de ayer que el empleo informal alcanzó una cifra sin precedente de 12 millones 850 000 personas. La semana pasada, en sendos actos el rector de la UNAM y el titular de la SEP informaron que México sólo atiende el 30% de la demanda de educación superior, por lo que 6.5 millones de jóvenes entre los 18 y los 25 años no estudia ni trabaja. Ello explica el enorme “ejército de reserva” de la llamada delincuencia organizada y de la delincuencia ocasional y/o individual.

Para tener un referente comparativo es menester advertir que ocupamos uno de los últimos lugares a nivel latinoamericano y mundial en la deficiencia de cobertura educativa superior. Chile, Argentina y Brasil tienen más oferta educativa de nivel superior que México, porque cubren respectivamente el 42, el 38 y el 32%. Países como Japón, Suecia, Alemania y Estados Unidos atienden casi el 80% de la demanda.

A pesar de la Ley SB1070 del estado norteamericano de Arizona y de la ola xenofóbica y discriminatoria que crece cada día en la Unión Americana, el éxodo de nuestros jóvenes continúa y salen del país hacia esa nación, legal e ilegalmente, más de 700 mil mexicanos al año en busca de empleo que aquí no generamos. En cambio, el Banco de México anuncia que las reservas de dólares han alcanzado la cifra récord de 105 mil millones. También aquí se observa una lacerante paradoja: tenemos un Banco Central rico y un país pobre y miserable. El saldo en todos los rubros es desolador, por decir lo menos.

VIDA PARTIDARIA

Compañeras y compañeros:

Es evidente que una vez que nuestro Partido tocó fondo, sin caer en el optimismo estéril o autocomplaciente, porque el paso hacia la recuperación es demasiado lento y lleno de deficiencias y omisiones, podemos informar de algunas actividades partidarias que constituyen motivo de estímulo para redoblar el trabajo de los militantes del propio Partido y que muestran ya un crecimiento, así sea incipiente, de cantidad y calidad en las tareas partidarias y en su nueva membresía, así como su mayor presencia en la vida política del país.

A contrapunto de la muy lamentable suspensión temporal de la edición de Combatiente, nuestro periódico partidario que debe reiniciarse lo más pronto posible, ha crecido nuestra presencia en la llamada supercarretera de la internet con todas sus diversas versiones electrónicas actuales que cada día aumentan, como el correo tradicional, el twiter, el facebook y el blog sólo hasta hoy.

También es necesario que este Pleno conozca, aplique e instrumente el cumplimiento del nuevo Plan de Organización.

Podemos informar de otras tares y actividades, mas para no engrosar innecesariamente el texto escrito de este Informe, daremos algunas notas verbales.

MENSAJE

Compañeras y compañeros:

Contra viento y marea, aun contra nosotros mismos y toda la nociva carga de nuestras deficiencias y omisiones, se abre una nueva etapa promisoria para nuestro Partido.

Repetimos que la tarea más importante e insoslayable es preparar las bases para sumarnos con renovado optimismo a la batalla popular para expulsar a la derecha del Palacio Nacional y de los palacios de gobierno de los estados. La experiencia ha sido amarga. No podemos repetir el error de bajar la guardia y seguir permitiendo que nos engañen con la alternancia para desandar el camino de la Revolución Mexicana abierto con el sacrificio del pueblo.

Es la hora de luchar por la integración, otra vez como en todos los momentos de peligro para la nación y el pueblo, del frente nacional democrático y patriótico no sólo para derrotar a la derecha, sino para renovar y ampliar las metas de la Revolución. El gran frente debe pasar de la defensiva a la ofensiva, de la resistencia al avance con paso firme. Tenemos las estrategias adecuadas para no quedarnos sólo en la proclama y la consigna.

Fortalecer al Partido para contribuir a la unidad del pueblo. Difundir con renovada alegría y convicción nuestro programa y nuestras ideas. Dar la batalla ideológica sin temores ni reticencias frente al enemigo. La verdad objetiva, que no inventa sino que refleja la realidad misma, siempre cambiante, jamás envejece ni pasa de moda.

Hagamos nuestras las luchas y las demandas de los trabajadores y del pueblo. Hay mucho por hacer y por qué luchar. Estrechemos nuestros lazos con las aspiraciones y reclamos de las nuevas generaciones.

Es menester ahondar y ampliar el estudio para desarrollar un programa mínimo que unifique a las fuerzas democráticas y patrióticas. En todas las ocasiones anteriores y desde que nuestro Partido nació lo hemos hecho como condición para la lucha política y pedir el voto del pueblo.

Por ahora podríamos sintetizar nuestra propuesta programática en los siguientes puntos mínimos:
· Que el Plan Nacional de Desarrollo que exige la Constitución al Presidente ya en funciones, lo presente el candidato a ese cargo como condición para registrar su candidatura.
· Que los puntos esenciales del Plan Nacional de Desarrollo, además de los lineamientos y objetivos que establece la Constitución, sean los siguientes:
Ø Que los trabajadores de la ciudad y del campo a través de sus sindicatos, sociedades cooperativas y otras formas de organización, sean obligatoriamente consultados por el gobierno para la elaboración de las políticas públicas.
Ø Que el sistema financiero y bancario se reorganice bajo los lineamientos del Plan Nacional de Desarrollo.
Ø Que se establezca un Plan Integral Urgente de Atención a la Juventud y a la niñez.
Ø Que se formule un Sistema Nacional de Telecomunicaciones y medios electrónicos de comunicación.
Ø Un Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología coordinado con el Plan Nacional de Educación para garantizar el desarrollo del país y el acceso a la sociedad del conocimiento.
Ø Un Sistema Nacional de Salud Pública que incluya la prevención y la atención de los enfermos.
Ø Un aumento general urgente de salarios mínimos y el control de los precios de la canasta básica.
Ø Un Plan eficaz de apoyo y financiamiento a la pequeña y mediana industria.
Ø Un Plan Nacional de Desarrollo y Atención de las comunidades Indígenas.
Ø Reorganización urgente del comercio exterior.
Ø Restablecimiento de la política exterior para que se oriente bajo los principios del Artículo 89 de la Constitución y se dignifique el Servicio Exterior Mexicano.

Salgamos a la calle a ondear otra vez las banderas solferinas. Nuestros lemas, escudos, colores e identidades partidarias siguen siendo los más bellos y atractivos para el pueblo. Tenemos origen, ideas siempre frescas y renovadas. Superemos inercias y multipliquemos iniciativas día con día. Hagamos la Revolución. No esperemos que la Revolución nos haga a nosotros.

Construyamos un Partido siempre nuevo y renovado, fiel a sus orígenes y consecuente con sus metas y demandas. Estamos construyendo futuro; seamos arquitectos del porvenir.

¡VIVA VICENTE LOMBARDO TOLEDANO!

¡VIVA EL PARTIDO POPULAR SOCIALISTA!

¡VIVA MÉXICO!



Sala de Plenos “Compañero Presidente Salvador Allende”, México, D. F. a 14 de agosto de 2010.



lunes, 9 de agosto de 2010

El Secretario General del PPS dictó, el 30 de julio, una Conferencia en la Casa de Cultura de Tezihutlán, lugar donde nació Vicente Lombardo Toledano

LAS REVOLUCIONES MEXICANAS SEGÚN VICENTE LOMBARDO TOLEDANO.

Por Jesús Antonio Carlos Hernández, Secretario General del Comité Central del Partido Popular Socialista. (Ponencia leída por el autor el día 30 de julio de 2010 en la Casa de Cultura de Teziutlán, Puebla)


Muy estimados conciudadanos teziutecos,
Compañeros y amigos,
Señoras y señores:


En primer término me permito expresar mi más profunda alegría y el gran placer de estar en Teziutlán; en esta hermosa tierra que considero como un templo laico consagrado a la memoria del más ilustre de sus hijos: el Maestro Vicente Lombardo Toledano.



Por eso agradezco a los organizadores de este Círculo de Estudios que hoy se inicia, a la distinguida Directora de esta Casa de Cultura y a todos ustedes por su amable presencia, que me dan la honrosa oportunidad de conversar a través de los presentes con todos los teziutecos, a quienes siempre recuerdo y recordaré con mi mayor estima mientras viva sobre la faz de la tierra.



Gracias a su voto fui hace muchos años su Presidente Municipal; distinción singular, la más alta de mi modesta existencia; acontecimiento que me sacó del anonimato y me ha permitido participar en la vida política y social de mi patria.



Las tareas que mi Partido me ha encomendado me han obligado a vivir geográficamente lejos de Teziutlán, pero lo llevo siempre en el corazón, dicho sea sin exageración alguna. Muchas gracias a todos.



Y no puedo continuar sin recordar con respeto y agradecimiento a un gran hombre que ya no está con nosotros, el Doctor Rafael Campos López, de quien tuve el honor de ser asesor legal, secretario y sucesor en la Presidencia Municipal.




Distinguido auditorio:



El tema que hoy nos ocupa es de una gran complejidad y de igual trascendencia, sobre todo en este año de 2010 en el que se cumplen dos Centenarios históricos: el del inicio de la Guerra de Independencia hace dos siglos, y el inicio de la Revolución Mexicana hace 100 años. Estos dos acontecimientos y sus consecuencias, en estrecha relación insoslayable con la llamada Guerra de Reforma de hace 150 años encabezada por Don Benito Juárez, han conformado el perfil y la personalidad de lo que hoy es México; esta sufrida y muy querida patria nuestra.



Estos tres profundos movimientos populares son en realidad uno solo, decía el Maestro Lombardo, a la manera de una grandiosa sinfonía de tres tiempos: la Independencia, la Reforma y la Revolución Mexicana de hoy, que aún no termina. Su ciclo histórico no ha concluido y es la bandera de lucha del pueblo para seguir combatiendo por alcanzar el bienestar social y la plena independencia y la soberanía de la nación.



En respeto al propio título de esta charla: Las Revoluciones Mexicanas según Vicente Lombardo Toledano, haremos el esfuerzo de constreñirnos a su pensamiento y para no complicar la lectura daremos al final la bibliografía consultada que sirvió de base para este trabajo.



Para seguir adelante tenemos que hacer el esfuerzo de precisión de lo que es una revolución. Porque existen fenómenos sociales que algunos confunden con revoluciones como los golpes de estado, las asonadas militares, los disturbios sociales, las alteraciones violentas del orden público, las invasiones militares, las intervenciones extranjeras, las guerras de conquista, las usurpaciones del poder público, las guerrillas, las sublevaciones civiles o militares y otros muchos. ¿Qué es entonces una revolución?



Una revolución es un profundo movimiento popular, violento o pacífico, que sustituye a la clase social gobernante para instalar a otra clase social históricamente más avanzada en el poder, decimos parafraseando a Lombardo.



De esta manera se produce un cambio radical de las estructuras económicas, políticas, sociales, culturales y jurídicas de una nación.



Si se nos permite decirlo en términos marxistas es el cambio del modo de producción económica y de las relaciones de producción. Es decir, una transformación de la manera en que se produce la riqueza (modo de producción) y la forma en que la riqueza se distribuye entre los componentes de la sociedad (relaciones de producción). Por lo que el móvil de los cambios, el motor de la historia es la lucha de clases que nadie inventa, sino que es una ley de necesidad como la ley de la gravedad, en las sociedades que se basan en la apropiación individual de los medios de producción. Y la lucha se da entre los dueños y los desposeídos.



Sólo en el socialismo, al desaparecer la propiedad privada desaparece la lucha de clases, por lo que en éste las contradicciones sociales ya no serán el antagonismo entre las clases sociales, sino de otro tipo. Una de ellas sería la emulación fraternal entre los individuos por ser cada día mejores, dijo Lombardo. Un ejemplo incipiente podrían ser las competencias olímpicas y las olimpiadas culturales y las del conocimiento.



Para una mejor comprensión del concepto diremos que históricamente son hasta ahora 5 los principales modos o sistemas de la producción económica y del cambio: 1.-La comunidad primitiva o comunismo primitivo. 2.-El esclavismo. 3.-El feudalismo. 4.-El capitalismo; y 5.-El socialismo.



Se suele agregar un sexto sistema que sería intermedio entre la comunidad primitiva y el esclavismo: el llamado modo de producción asiático.



Permítaseme aclarar, por un elemental deber de honestidad intelectual, que para este texto contamos con el auxilio de nuestro amigo, estudiante brillante y distinguido teziuteco, Emilio García Bonilla, que elaboró un extraordinario video del que tomamos el esquema básico para esta exposición.



Continuamos con el texto de un mensaje de los muchos que dirigió Lombardo a las nuevas generaciones, que fueron siempre el principal motivo de sus reflexiones y enseñanzas: “Juventud que no cree en el porvenir está llamando a la muerte y no a la vida, entrega las armas sin haberlas probado, se rinde ante un enemigo que no existe. La juventud auténtica no mira hacia atrás ni cree que la rueda de la historia se ha parado”.



Daremos algunos breves datos de la biografía del Maestro Vicente Lombardo Toledano. Nace aquí en Teziutlán, Puebla el 16 de julio de 1894. Estudia en la Escuela Nacional Preparatoria. Estudia Derecho y Filosofía en la Universidad Nacional de México. Alcanza el título de Doctor en Filosofía (1933). Secretario de Educación de la CROM (1923-1932). Funda la CGOCM (1933). Organiza el Comité Nacional de Defensa Proletaria (CNDP) (1935). Funda la CTM (1936). Forma la CTAL (1938). Fundador y vicepresidente de la FSM (1945). Funda la UGOCM (1949). 1921-1932 Milita en el PLM. En 1923 Gobernador del Estado de Puebla. 1938 Colabora en la fundación del PRM y desarrolla el plan y la estrategia para la Expropiación del Petróleo el 18 de marzo de ese año. En 1948 Organiza el Partido Popular (Cambia a PPS en 1960). En 1952 es Candidato a la Presidencia de la República postulado conjuntamente por el PP-PCM-POC. Es Diputado Federal (1924-1926, 1926-1928 y 1964-1967). Colabora en El Heraldo de México, Excélsior, El Universal, El Popular, Futuro, Hoy, Siempre, etc. Fue Maestro, Filósofo, Periodista, Dirigente sindical, Dirigente Político, Lingüista, Antropólogo, Historiador. Su corazón dejó de latir para siempre el 16 de noviembre de 1968 en la Ciudad de México.



En una exposición sencilla, didáctica que sin perder por ello profundidad conceptual, Lombardo nos legó con su talento inigualable la forma para decirnos lo que entendía por una revolución, la caracterización de cada momento histórico, así como las diferencias y coincidencias entre las tres revoluciones de México.


Concibe a la Historia, no como una actividad enciclopédica, sino como una herramienta para analizar la sociedad y actuar políticamente. Y abunda con las siguientes afirmaciones: “Hay dos maneras de examinar la historia de un pueblo: una consiste en usar el método que podríamos llamar anecdótico, y la otra, empleando el método del análisis crítico de los hechos dentro del cuadro del desarrollo de las fuerzas que presiden la evolución de un pueblo y de un país.” “El camino de los pueblos nunca termina. No hay ninguna etapa de la evolución histórica que no se proponga superar la obra ya realizada”.



Para Lombardo la Historia de México es una Revolución en tres tiempos, o tres Revoluciones que se complementan y determinan el desarrollo histórico de nuestro país.



La revolución, dice, se produce por las contradicciones sociales insalvables. Es un cambio de régimen y reemplazo de la clase social que gobierna por otra más avanzada.



Los 2 móviles históricos del pueblo mexicano son la lucha contra la miseria y la lucha contra la opresión.



En la primera revolución, la Guerra de Independencia, se contrapone la idea de Patria mexicana al régimen caduco de los españoles.



El régimen colonial paralizó la vida del país con sus monopolios materiales y políticos y con el aislamiento internacional de la Nueva España.



Los independentistas sustentaron las ideas democráticas de la Ilustración y de la Revolución Francesa.



Con la Guerra de Independencia hay independencia política pero continuó la estructura económica colonial.



Así nos precisa el objetivo histórico esencial de la Guerra de Independencia, sus principales contradicciones insalvables y los logros alcanzados. Uno, la independencia política respecto de la Metrópoli española. Dos, el antagonismo de los mestizos, indígenas, españoles criollos y el bajo clero contra los españoles peninsulares y el alto clero. Tres, los logros: la independencia nacional, el nacimiento de México y el inicio de la transformación económica del país.



Es importante evidenciar las enormes diferencias entre los detentadores del poder virreinal y sus partidarios por un lado, encabezados por el Virrey Calleja, sucesores e Iturbide y, por el otro, los Insurgentes encabezados por Hidalgo, Morelos y Guerrero. Iturbide aspiraba a conservar fueros, riqueza y privilegios, coronándose Emperador y, en cambio, Vicente Guerrero aspiraba defender al pueblo y buscó el voto popular para ser Presidente democrático de la República cuando el propio pueblo lo decidiera.



En este periodo se logró la promulgación de la primera gran Constitución de la República, la de 1824, como la expresión jurídica más acabada de la Guerra de Independencia. Sin embargo, lo accidentado e inestable del proceso facilitó la agresión militar norteamericana que nos arrebató más de la mitad del territorio nacional en 1846-1848.



En la segunda Revolución, la de Reforma, los conservadores, como su nombre lo indica, pretenden conservar el pasado; en tanto que los liberales son renovadores, partidarios del progreso para destruir el pasado. El móvil de su lucha es contra el monopolio de la tierra y de la conciencia en manos de la Iglesia. Se pronuncian a favor de los derechos del hombre, de la libertad de comercio y de una República democrática y representativa de acuerdo con el sistema federal; liquidar los fueros, los privilegios y los bienes de la Iglesia para:



• Darle al Estado el carácter de autoridad suprema, única e



• Incorporar en el mercado nacional las propiedades de la Iglesia.



Como resultado el latifundismo dejó de ser eclesiástico y se transformó en laico o civil, pero siguió impidiendo el desarrollo de las fuerzas productivas.



En la Guerra de Reforma los conservadores ambicionaban también a detentar fueros y privilegios, que al ser derrotados de manera definitiva en la batalla de Calpulalpan, sin escrúpulo alguno pidieron la intervención extranjera del Emperador francés Napoleón III, el pequeño, y ofrecieron la corona de México al príncipe austriaco Maximiliano de Habsburgo; fusilado a la postre en el Cerro de Las Campanas de Querétaro, el 19 de junio de 1867. A pesar de todo la Reforma encabezada por Don Benito Juárez resultó victoriosa y se consolidó la República con la supremacía del poder civil y el sistema federal. La objetivación jurídica superior fue la Constitución de 1857 y las Leyes de Reforma que se incorporaron al texto de aquélla por el licenciado Sebastián Lerdo de Tejada, sucesor inmediato de Don Benito Juárez en la Presidencia de la República.



Cabe aclarar que la cita de los hechos históricos no debe hacernos caer en lo anecdótico, desviación de la que nos previene Lombardo al precisar que no es el método válido para analizar de manera crítica, científica la verdadera historia de México, sino sólo lo hacemos para ayudar a la memoria, ubicar y documentar los hechos y los procesos sociales.



El sistema latifundista, semi-feudal que logró prevalecer cambiando la propiedad de manos del clero a los latifundistas laicos y la intromisión del imperialismo capitalista extranjero dio origen al tercer tiempo de la revolución del país, la Revolución Mexicana. También aquí Lombardo precisa las contradicciones sociales y los antagonismos de las diversas clases y los sectores sociales en pugna, que al chocar irremediablemente provocaron la explosión violenta y el cambio de régimen que aún continúa, a pesar de desviaciones, traiciones, avances y retrocesos.



En la tercera Revolución, la de 1910, el latifundismo provocó las principales contradicciones. Entre el pueblo y la clase terrateniente. Entre la burguesía industrial y comercial contra los latifundistas o hacendados. Entre la aspiración a un sistema democrático y la dictadura latifundista y, entre los intereses de la nación contra los capitalistas extranjeros, dado que en algunos países el capitalismo entró en la etapa del Imperialismo, que consistió esencialmente en la exportación de capitales a países atrasados como México.



En México invierten principalmente los monopolios británicos y norteamericanos en ferrocarriles, minas, fundiciones, petróleo y textiles.



La alianza entre los terratenientes conservadores y el capital extranjero frenó el desarrollo del capitalismo en México y relegó a la burguesía nacionalista.



La Revolución fue impulsada por las masas populares y la burguesía rural nacional contra la concentración de la tierra, principalmente.



De esa manera analizada, Lombardo la caracterizó como una revolución democrático-burguesa, popular y antiimperialista. La primera de ese tipo en el mundo. Realizó primero con las armas en la mano y luego por la vía legal con fundamento en el Artículo 27 de la nueva Constitución la reforma agraria. Este ordenamiento también creó un concepto jurídico nuevo del derecho de propiedad, y logró la destrucción del latifundismo como sistema esencial de la producción económica, además de favorecer la defensa del territorio nacional ante el extranjero. La reforma agraria mexicana y el Artículo 27 tuvieron y mantienen el doble aspecto de constituir una acción anti-feudal y antiimperialista.



Además de que nuestra Revolución Mexicana fue la primera revolución social del siglo XX, que junto a las garantías individuales estableció las garantías sociales como los derechos de los campesinos a la dotación de tierras y créditos; los derechos de los trabajadores no sólo como individuos, sino como integrantes de la clase social desposeída; creó -como ya dijimos- un nuevo concepto jurídico de la propiedad, que ya no será un derecho absoluto del individuo, sino una concesión siempre sujeta a las modalidades que dicte el interés público; definió a la democracia mexicana no sólo como un régimen y una estructura jurídica, sino como un sistema que garantice el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo, como lo ordena el Artículo 3° Constitucional; también estableció que la democracia no se agota con el voto, sino que “el pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno” (Artículo 39 Constitucional). De este mismo ordenamiento se deriva entonces el derecho del pueblo para hacer la revolución y el concepto de que la revolución es la fuente legítima más importante del derecho.



Dada nuestra afirmación de que este es todavía nuestro tiempo, el tiempo de la Revolución Mexicana, además del esquema sintético sobre las principales contradicciones que le dieron origen, contenidas en lo dicho hasta ahora, añadiremos el listado textual de las mismas elaborado por el propio Lombardo, contenido en el documento: La Situación Política de México con motivo del Movimiento Ferrocarrilero en 1959, con toda la autoridad que es evidente y con el agregado emocionado y modesto de quien como el mismo dijo: “Yo soy, por tanto, un hombre que empieza a pensar en su patria justamente el día que estalla la Revolución” y estas son las principales contradicciones que la provocaron:



“a) La contradicción entre el desarrollo demográfico y el estancamiento de las fuerzas productivas;



b) La contradicción entre la gran masa rural, compuesta de peones que vivían en una situación próxima a la esclavitud, y los grandes terratenientes;



c) La contradicción entre los aparceros y los propietarios de las haciendas;



d) La contradicción entre los pequeños y medianos propietarios rurales y los grandes hacendados;



e) La contradicción entre los productores agrícolas y los comerciantes, que hacían las veces de banqueros, otorgando un crédito usurario a los agricultores y compraban las cosechas a precios muy bajos;



f) La contradicción entre los industriales que no podían ampliar su producción por falta de compradores y el régimen del latifundismo, compuesto de haciendas que formaban unidades de autoconsumo y sólo enviaban al mercado interior la producción sobrante;



g) La contradicción entre los mineros mexicanos, carentes de crédito y equipos, y las grandes empresas extranjeras dedicadas a la minería;



h) La contradicción entre los intereses de la burguesía nacional, particularmente de la burguesía industrial, y los intereses de los capitales extranjeros invertidos en el país, que al exportar las materias primas en bruto y sus ganancias, hacían difícil la capitalización interior;



i) La contradicción entre los obreros con salarios miserables y jornadas de trabajo inhumanas, y las fábricas y los talleres de las industrias extractivas y de transformación;



j) La contradicción entre los intereses de la nación mexicana y los monopolios extranjeros, apoderados de las minas de toda clase de metales, del petróleo, de los ferrocarriles, de las mejores tierras de cultivo, de los principales centros de la producción manufacturera y del aparato comercial en el mercado doméstico;



k) La contradicción entre las fuerzas democráticas y el gobierno dictatorial, que había suprimido las libertades democráticas, que desconocía los derechos de la clase trabajadora, que prohibía la existencia de partidos políticos independientes, que hacía imposible la libertad de imprenta y que empleaba métodos represivos y violentos para acallar las voces de protesta contra el régimen;



l) La contradicción entre las aspiraciones de libertad y de independencia nacional del pueblo y la política de dominación del imperialismo, particularmente del norteamericano, que pretendía y pretende hacer de la nación mexicana una colonia.”



Estas contradicciones provocaron el estallido de la Revolución Mexicana de 1910, que derrocó la dictadura de Porfirio Díaz y que adquirió niveles de guerra civil sangrienta durante el período 1913-1917. Su proceso constructivo y la ampliación permanente de sus metas no ha terminado y es la vía insoslayable para avanzar a la cuarta revolución en México.



Derivado de su acucioso y permanente estudio de la historia y de la Revolución Mexicana, Lombardo nos advirtió lo siguiente:



“Sin conocer sus raíces, los sacrificios y las luchas tremendas de su pueblo en todas la etapas de su evolución, las ideas avanzadas de cada momento, y sin aprovechar las experiencias positivas y negativas que este doloroso y brillante proceso representa, no es posible llegar a una teoría revolucionaria y a una línea estratégica y táctica revolucionaria para acelerar en nuestro país el advenimiento de la sociedad socialista.”



A manera de conclusiones podemos decir, apoyados en el propio Maestro Vicente Lombardo Toledano, que la revolución como fenómeno social e histórico es un profundo movimiento popular, violento o pacífico, que sustituye a la clase social gobernante para instalar a otra clase social históricamente más avanzada en el poder.



Que la historia de México se puede sintetizar en palabras breves como la lucha del pueblo para conquistar la plena independencia y la soberanía de la nación, la elevación constante del bienestar social y la ampliación permanente de la democracia.



Que las tres revoluciones de México son en realidad una sola que no ha terminado.



Que la Guerra de Independencia, la Guerra de Reforma y la Revolución Mexicana constituyen los tres movimientos de una sola, a la manera de una gran sinfonía histórica.



Que la Revolución Mexicana iniciada en 1910 no se ha estudiado lo suficiente todavía. Contiene demandas, ideas e instituciones que habrán de servirnos para ampliar sus metas, renovar sus procedimientos y encontrar la vía para hacer la cuarta y nueva revolución; el cuarto tiempo de la Revolución Mexicana que nos llevará a un nuevo estadio histórico, en el que desaparezca la explotación del hombre por el hombre, se forje un nuevo humanismo, superior a todos los del pasado en el que prevalezca la razón, el bienestar, la salud, la belleza, el conocimiento y el arte como patrimonio común de todos y cada uno de los hombres.



Un humanismo nuevo, renovado, insistimos nosotros, para todos y cada uno de los hombres y no sólo para las élites; superior a todos los del pasado en el que los hombres adquieran conciencia de que son los únicos creadores de la historia; dicho de manera poética por el escritor Máximo Gorki, quien en carta a Romain Rolland, expresó: “Es menester que el hombre comprenda que él es el creador y el amo del mundo. Que sobre él recae la responsabilidad de todas las desgracias de la tierra; que a él retorna la gloria de todo el bien de la vida”.



Muchas gracias por su paciencia y por su atención.






BIBLIOGRAFÍA:



(Aclaración: Todas las obras que se mencionan, salvo la que se precisa con toda puntualidad, son de la autoría de Vicente Lombardo Toledano)



1.-La situación política de México con motivo del conflicto ferrocarrilero, 1959.



2.-¿Moscú o Pekín? La vía mexicana al socialismo, 1965.



3.-Selección de Obras de Vicente Lombardo Toledano, 1968.



4.-VICENTE LOMBARDO TOLEDANO, Teórico y militante marxista, entrevistas realizadas entre 1964
y 1965 por los esposos James Wilkie y Edna M. de Wilkie, publicadas en 1969.



5.-Las Tesis fundamentales de las Constituciones de México, Ciclo de tres conferencias dictadas en la Universidad de Guanajuato, 1966.



6.-Francisco Villa y la Revolución Mexicana, discurso en la Cámara de Diputados, 1965.



7.-La perspectiva de México, una Democracia del Pueblo, 1956.



8.-La muerte del "Ché" Guevara y sus enseñanzas, 1967.